miércoles, 7 de marzo de 2012

Dependienta en un bazar chino, poema inédito

 DEPENDIENTA EN UN BAZAR CHINO

La nieve es amarilla y huele a loto
en algunas barriadas
alejadas del centro.

Los gatos no han cerrado la sonrisa
y siguen celebrando con pintura barata
una felicidad de purpurina
que destiñe con la primera caída.

Poco a poco se olvidan los sabores.

El aceite de sésamo se vuelve anaranjado,
escuece en la garganta
como las bayas de fresno abriéndose camino
en la llanura de unos brazos desnudos.

Pero en esta tierra inhóspita 
de miradas redondas,
la nieve es comestible.

Las nubes no descargan
a las órdenes de un mando militar.

Y a veces
(Sólo a veces)
alguien desconocido 
se quita los zapatos al hablar,
para evitar arañarte la nostalgia.

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